sábado, 31 de mayo de 2014

Con tal de no estar solos..




Con tal de no estar solos
andamos con locos, con idiotas y borrachos,
con mujeres vacías o de moral dudosa.
Mentimos a los padres,
juramos en vano,
entregamos la piel y comprometemos nuestros sueños.
Cruzamos la calle a ciegas
con el primero que nos da la mano.

Con tal de no estar solos
montamos una gran farsa a la que llamamos AMOR
(así, con mayúsculas)
Sacando conejos muertos de una chistera, barajando con trampas nuestras cartas y haciendo trucos malos con espejos,
para no darnos de bruces con la realidad
y alejar de nosotros el miedo
a estar solos.

Porque, con tal de no estarlo, o de no parecer que lo estamos,
pasamos hambre, despilfarramos dinero,
oímos sin escuchar,
abrazamos sin abarcar,
y nos convertimos en autómatas desesperados, 
olvidando lo hermoso que es sentarse a esperar a que las cosas, sencillamente, sucedan. El olor a jazmín de las noches de verano y el hallazgo inesperado de lo auténtico, que nos ha de encontrar desprevenidos, despojados de artificios, sin adornos, desarmados y tranquilos. Liberados de todo lo que pesa y esclavos de lo vaporoso, lo ingrávido…

Dejarse llevar…

Pero con tal de no estar solos
ni siquiera un momento,
seguimos buscando y seguimos fingiendo.
Maquillamos lo que se ve, y lo que no también,
por temor a que descubran nuestros defectos
y la fragilidad que se esconde tras ellos.
Nos apremia el desamparo, la angustia y la prisa…
de modo que nos devora la noche y nos sorprende el día,
casi siempre en el lugar inadecuado, 
donde un incómodo silencio
(y un dolor en el pecho)
nos reprochan una y otra vez
todas esas tonterías que hacemos,
unos y otros,
ahora y siempre
con tal de no estar solos. 

Ana Elena Pena



viernes, 30 de mayo de 2014

¡Ay! Dolores

Las diez menos cuarto en el reloj 
La noche abre su puerta en tu cabeza 
En la tele un culebrón, la comida en el salón 
Esperando una sonrisa, un te quiero, una caricia 

Las llaves tornan gris tu habitación 
Entrando con el odio tras sus ojos 
Ya no tienes su calor, el alcohol es su sabor 
Empezando con reproches, los insultos, el desprecio 

Y ahora no tienes nada que decir 
Ya no se si soy mujer o soy una mierda 
Sumida en la sinrazón, despojada del valor 
Víctima de su miedo, del fracaso, de sus celos 

Ay! Dolores, los palos en tu espalda 
La tortura en tu mente 
Ay! Dolores, con el silencio de la sociedad 

Lunes, martes, miércoles, y otra vez 
La vida se te escapa entre tus dedos 
Hundida en el qué se yo, destrozada en el sillón 
Con la cara hinchada por algo más que la tristeza 

Pero ya es la hora de que todo vaya bien 
Volar sin alas, sentir que ya eres libre 
Soñar con el príncipe azul, gozar de lo que eres tú 
Rompiendo las cadenas con que la sociedad te atrapa 

Por fin esta historia ya terminó 
Dolores cambió su nombre por libertad 
Escapando del cabrón que tu vida destrozó 
Porque la vida es sólo un cuento que hay que vivir en el momento 

Ay! Dolores, los palos en tu espalda 
La tortura en tu mente 
Ay! Dolores, con el silencio de la sociedad

miércoles, 28 de mayo de 2014

730 días en el Reino Unido

La verdad es que comenzar una entrada en el blog con un número me recuerda mucho al programa aquel de Cuatro de 21 días sin...en el que todos alguna vez acabamos por desear que lo que grabara fueran 21 días sin oxígeno.

Pero lo cierto, es que hoy cumplo 730 días en el Reino Unido.

¡wow!

Han pasado tantas cosas...han pasado tantas personas por mi vida...tantos momentos...¿cómo resumirlos? Una siempre tiene la sensación de estar dejándose algo en el tintero.

Llegué a ésta isla, una calurosa mañana de Mayo del 2012...aterrizaba en Birmingham, tras despegar en Reus, y pasar un vuelo en el que del disgusto y la llantina que me había enganchado, tenía la cara llena de 'churretes' negros...y a la pareja de ancianos de al lado, muy preocupada.

Llegaba con dos maletas..he llegado a acumular hasta seis, en estos dos años (aunque en los últimos meses he conseguido reducirlas a poco más de tres)..

Nada mas aterrizar, llamaba a mi ex prometido, publicaba en facebook que prometía no comer bocadillos a la hora de la comida (¿Cuántos me habré comido ya? mi favorito es el BLT por cierto) y que seguiría comiendo bien..supongo que no contaba con las grandes crisis económicas, a las que me vi sometida por cuidar demasiado de alguien que luego me dejó tirada en la isla, y de las que salí porque mi amiga Lìdia, que por aquel entonces trabajaba de au-pair, me rescataba, cogiéndole bandejas de pollo a su jefa, que a mi, me alimentaban una semana...y porque con un ingenio de supervivencia desbordante, me dediqué a hacer clips para el pelo, que vendía en el trabajo...y conseguí salir adelante.


Vino a buscarme mi jefa a la estación de Stratford Upon Avon...y jamás nadie me ha abrazado de forma tan entusiasta, fui recibida con un 'Welcome to England sweetheart!!' y un abrazo de esos que te corta la respiración de lo fuerte que era...(mi jefa medía mas de un metro ochenta).

Mis compañeros en la unidad de diálisis, los pacientes...al principio me parecían extraterrestres, no entendía sus costumbres (yo, a ellos, también), pero la risa fue el mejor canal para comunicarnos.
Yo no sabía decir que un paciente sangraba, no sabía explicar lo que pasaba con las máquinas de diálisis, si algún paciente se colgaba no sabía explicar lo que le pasaba...y era muy frustrante, y qué lejos lo veo ahora.

Tuve mucha suerte con las amistades, que hasta hoy duran, mis amigas Irene y Reme, Reme que llegó unos días más tarde que yo, Irene y su marido, nos recibieron como que nos conocieran de toda la vida, nos hicieron una ruta (más de una vez) por Birmingham, y muchas veces mi amiga me decía: 'para que veas mujer, que hay cosas también muy chulas en Inglaterra, no solo en Barcelona, que tanto la echas de menos'.
La de veces que me quitaron la idea de tirar la toalla, sobre todo en agosto, cuando todo parecía perdido.
Lo agradecida que las estoy, por sus abrazos, por haber estado ahí y por seguir ahí, a pesar de la distancia.

El ansiado traslado a Londres y el comenzar de la vorágine de mi vida.

El ascenso, el vivir cerca de Londres pero no lo suficiente como para ser capaz de salir el fin de semana sin tardar dos horas y media en regresar a casa (vivía en zona 5), los viajes a  Birmingham de formación de la empresa...el ascenso que nunca llegó a Camden, el traslado y las horas muertas de traslado al trabajo en la otra punta de la ciudad (lo que me permitió leer un montón de libros), enamorarme hasta las trancas de la persona equivocada, mudarme a (por fin) vivir en Londres, el pinchazo con el paciente que hizo que buscara un trabajo para el NHS, comenzar a trabajar para el sistema de salud público inglés, las primeras navidades con pareja en Londres, mi primer cumpleaños en Londres, mi primer san valentín soltera en Londres, que me dejarán tirada en medio de Camden con un 'ya no te quiero'...

Y la cantidad inmensa de gente, de buena gente que he conocido y que me rodea en Londres y en Inglaterra.
 
















Las amistades que a pesar de la distancia no flaquean, mis amigos en Barcelona y en Burgos.





Retomar el contacto con mi padre.

Los viajes.

Descubrir sitios increíbles, rincones perfectos, cementerios en los que puedes olvidarte de que estás en medio de una gran urbe porque el silencio lo envuelve y lo cala todo...

Los conciertos...la cantidad de grupos que he podido ver, que nunca antes había podido y la emoción que me envuelve, la sonrisa de idiota al descubrirme viendo cosas, que en Burgos, ésta pequeña burgalesa jamás habría sido capaz de ver...y seguir sonriendo.

Como no voy a estar feliz de vivir en Londres, a pesar de las cosas malas, de los golpes, he conocido y he vivido cosas increíbles, y he madurado, he crecido.

Gracias a ésta experiencia, soy una persona nueva, más sensata, más centrada, más madura, más consciente de lo que quiero y lo que no quiero en la vida.

Espero poder celebrar mi tercer aniversario en la isla, mientras estoy estudiando para ser matrona, entonces no solo sonreiré de felicidad, sino que seré la mujer más feliz del mundo, porque al fin habré conseguido lo que siempre quise y ...seguiré dándole gracias a ésta isla, por hacerme quién soy y haberme dado oportunidades que nunca antes me ofrecieron.


lunes, 19 de mayo de 2014

Una de músculos...

Porqué escribir sobre músculos.

El otro día, alguien me dijo que mandar un beso por internet, o por whatsapp, o por la plataforma que fuera, reconfortaba lo mismo que uno de verdad.

Y en lo primero que pensé, fue que no, y después en,científica yo, fue en el número de músculos que intervenían en uno o en otro caso.

Lo primero, es saber cuántos músculos hay, según algunos expertos, hay un total de 639, pero nunca llegan a ponerse de acuerdo.
En lo que sí lo hacen, es en los tipos de músculos que existen, concretamente tres: lisos, estriados y cardíacos.

En los hombres los músculos suponen un 40% del peso total, en las mujeres apenas un 20%.

Volviendo al tema principal, que era el de los besos, para dar un beso en la mejilla, se mueven un total de 12 músculos,  y el encargado de ello, casi en su totalidad, es uno llamado 'orbicularis oris'.

Para dar un beso apasionado, o 'francés' o de rascachapa, o de tornillo, o ...como queráis llamarlo, se mueven un total de 34 músculos y se queman un total de 12 calorías.

Cuando nos enfadamos, movemos 34 músculos.

Así que si hablamos en tema de ahorro energético, parece que es mucho más efectivo repartir besos que ir enfadado por la vida. ¿no?

Además, moviendo los músculos que provocan las expresiones de enfado (Corrugador superciliar (Tira la ceja hacia abajo y arruga verticalmente la piel de la frente), Cigomatico menor (eleva el labio superior mostrando la dentadura), elevador del labio superior, depresor del labio inferior, depresor del angulo de la boca, elevador del angulo de la boca) se desarrollan además, las temidas arrugas.

¿Y quién quiere tener arrugas?

Lo que más me llamó la atención, fue que al sonreír, se mueven, nada más y nada menos, que 430 músculos del cuerpo, los pulmones, además, se llenan con 12 litros de aire (en lugar de los 6 habituales)...

Así que parece, que sonreír, además, de hacernos la vida mucho más agradable, también provoca, entre otros de sus muchos beneficios, que nos oxigenemos mejor..

¿Y que hay que decir de los ojos? Parpadeamos nada más y nada menos que un millón de veces al día..

El caso, es que con todos estos datos en la mano, me veo capaz de realizar algunas afirmaciones, como que besar es mucho más saludable que enfadarse (y adelgaza), que sonreír es genial y que...aunque seguiré dándole golpes al bote de tomate antes de pedirle ayuda a un hombre para abrirlo...la ciencia demuestra, que aunque sólo sea por peso muscular, ellos son más fuertes.



miércoles, 14 de mayo de 2014

Vacaciones

Las vacaciones fueron bien.
Realmente necesitaba desconectar.
Reírme.
Estar con mis amigos.
Y en definitiva, ver las cosas con cierta perspectiva.
Creo que me hacia falta.
Estaba absorta en una espiral horrorosa de daño, mentiras, sentirme usada...y no veía mucha salida.
Mi padre también vino a visitarme.
Fue maravilloso estar con el tanto tiempo después.
Realmente le echaba de menos.
Como igual de bueno fue poder ver y abrazar a mis amigos, tantos meses después.
Ahora, una vez acabadas las vacaciones y recuperada la rutina, vuelvo a sentir un poco ese ahogo y esa angustia.
Y es que creo, que inconscientemente, asocio Londres con él.
Espero que se acabe pasando.
Leí durante los días pasados, muchos libros de esos tildados de autoayuda, que no dicen nada nuevo, pero conviene que alguien escriba las cosas que tu no te atreves a reconocer.
Creo que de todo el proceso, lo que más me ha molestado (y eso que ya era poco probable hacer nada peor) ha sido la desidia.
Su desidia.
El que llegue un punto en el que no se moleste ni en preguntar como fue.
Sí tengo dolor.
Como fue en la clínica.
Nada.
El más absoluto de los silencios.
Supongo que eso sólo puede llevar a lo siguiente, y es que no estaba equivocada cuando pensaba que era una mala persona.
Inhumano.
Carente de empatía.
No se como alguien puede ser así.
Pero, ahora que sí, que de verdad ha terminado todo, al menos, vuelvo a empezar a sonreír.

domingo, 4 de mayo de 2014

Vivir para ti

Estoy convencido, esto no me viene bien
Tan seguro como que la nieve es blanca
Vivo en una continua agonía
Cada vez más cerca del abismo.

Pregonando contra la pared
Estoy contemplando mi final y lo se
Tan perdido no veo la salida
Hundido en esta mierda ya no podéis verme

Mi cuerpo ya no aguanta más
Tengo que apartarme de ti
Me obligas a comportarme como un anormal
Consigues que me arrastre como un miserable

Y que me odie hasta mi madre
Lo veo claro, esto va a acabar
Lo siento ahí te quedas tú

Los colegas que por ti he conocido
Esos ya no son los míos
Mi cuerpo ya no aguanta más
Tengo que apartarme de ti

Es el momento de romper dejarlo todo
Es el momento de dejar el sufrimiento y volver
Quiero ser lo que antes fui
No depender nunca más de ti

Quiero volverme a mirar
Y reconocerme
Mi cuerpo ya no aguanta más
Tengo que apartarme de ti

No soporto la situación
Vivir solamente para ti
Voy a borrar el rastro de
Tu puto veneno de una vez


sábado, 3 de mayo de 2014

Crisálida

He dejado de odiarme a mí misma.
No soy culpable de todo lo que pase a mi alrededor.
Soy culpable de las decisiones que yo tomo.
Pero no soy responsable de las acciones de las personas que me rodean.
Como tampoco lo soy de sus decisiones.
Ni de su forma de tratarme o hablarme.
Sigo echándole de menos.
Sí.
Muchísimo.
Pero no a él.
Echo de menos la idea, la imagen que yo tenía de él.
Pero no a él.
No a él de verdad.
Porque quedó demostrado la semana pasada, que mi idea y quién es él en verdad, no tienen nada que ver.
Estoy orgullosa de mí misma.
Por haber llegado hasta aquí, hasta ésta idea.
Comienzo a volver a disfrutar del tiempo conmigo misma.
Me entretengo leyendo.
Escribiendo.
He vuelto a hacer velas.
Me descubro pensando en qué quiero hacer en mi tiempo libre.
Pensando en nuevas aficiones.
Descubriendo nuevas.
Poco a poco.
A pequeños pasos.
Hoy es el primer día en el que me he levantado y no me dolía la espalda, no me dolía la tripa y me encontraba anímicamente bien.
Supongo que influye el hecho de que hoy, sobre Londres cae un radiante sol, entre nubes, pero hay sol.
También he ido descubriendo las oportunidades que le fui dando.
Y como una a una, fueron desechadas y tiradas al suelo.
Me he descubierto a mí misma.
Como un ser solo, solitario, pero hambriento de compañía, de querer acabar con su soledad.
Debo trabajar en eso.
Pues me he pasado años creyendo que disfrutaba del tiempo conmigo misma, cuando en realidad, parece que solo lo ocupaba como una autómata.
Voy a cuidarme.
Parece una tontería, pero cada mañana me levanto y ante el espejo, con mis pelos de loca, de recién levantada, me digo lo guapa que me veo, lo bonita que me he despertado por la mañana.
Y sonrío.
Había olvidado sonreír.
Sonreírme a mí misma.
No puedo culparle a él de todo lo que ha pasado.
Yo también he tenido mi parte de culpa, pero solo la que me correspondía a mí.
Toleré y di por válidas muchas de sus actitudes cuando en realidad tenía que haber salido corriendo.
Voy a empezar a respetarme a mí misma.
Sino me respeto a mí misma, nadie lo hará conmigo.
Respetar mi espacio.
Mis torpezas.
Voy a dejar de maltratarme, de llamarme idiota cuando hago algo mal, o de hacerme críticas llamándome retrasada o estúpida.
En lugar de eso, pienso cambiarlo y decir cosas como: 'vaya, he vuelto a tropezarme' o 'hay que ver, siempre me caigo aquí' o 'que mala pata' o 'no pasa nada'.
Llevo años maltratándome yo, a mí misma, ¿cómo voy a esperar haciendo estas cosas que los demás me traten con un respeto que yo no tengo por mí misma?
Voy a cambiarlo.
Es por eso que quiero estar en una crisálida, necesito reconstruirme, aprender de mis errores, quererme, respetarme y algún día, volar libre.
Volar y encontrar compañeros de vuelo.
No quiero caer en más manos de coleccionistas.
No quiero acabar detrás de una vitrina.
No quiero más alfileres.
Estoy en mi crisálida.

jueves, 1 de mayo de 2014

Una mariposa en un bote.

No tengo muchas ganas de hablar con nadie.
Aquella famosa canción de Queen, de que el show debe seguir, me molesta más que nunca.
El show.
El puto show.
El puto y jodido show.
En serio.
¿Ha de seguir?
Yo me cambio de función.
Pero, de verdad.
Que me den una entrada para una representación diferente.
Durante los últimos 29 años, he ido a una que no me gusta nada.
A una llena de 'casi', pero muy poco llena de 'todo'.
A veces creo que estoy loca.
En serio.
Miro la función de mi vida.
Y pienso:
¿Qué he hecho mal?
¿En qué momento me equivoqué al escoger un camino u otro?
He leído tantos libros de autoayuda, que ya no me entran en la estantería.
Mantente en paz con tu yo del pasado, rezan todos.
Pero ¿y si mi yo del pasado, es el culpable de toda la mierda que se come el yo del presente?
Ya no soy yo.
Ya no soy quién era.
Nunca más.
No puedo serlo aunque quisiera.
Han pasado demasiadas cosas.
Han pasado demasiadas miserias.
Demasiados golpes.
Demasiados portazos.
Y aunque nunca he sido una santa, no creo haber merecido la mitad de ellos.
Intento calmar mi alma, y buscar la paz interior en la música.
En la escritura.
¿Cómo se supera esto que ha pasado?
¿Cómo se pasa página?
O no hablo de una ruptura amorosa.
Cuando hay amor, pero se pierde, es todo más sencillo.
Cómo se supera haberte anulado a ti misma hasta el punto de no reconocerte.
Me veo, recorriendo mis pasos más jóvenes.
Volviendo a ser quién era, cuando tenía quince años.
Corriendo a buscar el cariño de mi padre.
Pidiendo a gritos que me abrace.
Él, mis dos abuelos, mis hermanos...son el total de los hombres que me han querido de verdad en mi vida.
A veces me repudio.
Me repugno.
Y no sé porqué.
Qué he hecho mal.
Me encuentro rodeada de niños en un mundo que realmente debería ser ocupado por adultos.
Jugando con niños a ser adultos.
Niños que se creen adultos.
Pero no lo son.
Gente que te manda mensajes de ánimo, que los pone en tu muro, pero que no es capaz de levantar el teléfono y hacer una llamada, a pesar de que tienen tu número.
Qué clase de mundo hipócrita es éste.
En serio.
Me pregunto, qué clase de mundo hipócrita es éste en el qué vivo.
Quiero volatilizarme.
Desaparecer.
No morirme, tan sólo ser invisible.
Como mujer, como persona, he sido hundida hasta el punto del abismo.
Quiero encerrarme, cual mariposa, y resguardarme de la tormenta.
Hasta que esté lista a volar de nuevo.
Ahora mismo no quiero volar.
Sólo quiero mecerme al ritmo de la música, en mi habitación.
A la sombra de un buen libro.
Con el incienso como fondo.
Y el silencio de mi mente, ocupado por la lectura, como única compañía.
No quiero estar con nadie.
Los problemas de los demás son nimios.
No me importan.
No me interesan.
Soy incapaz de escuchar a nadie.
Y los demás están cansados de escucharme a mí.
Y lo entiendo.
Por eso debo sanar ésta herida.
Y debo hacerlo sola.
Por eso quiero a mi padre cerca.
Por eso quiero volver a casa.
Ir a la feria de las rosas.
Abrazar al ser más puro que conozco, mi perra Maiden.
Dejar que me inunde en besos, en lametazos, y dejarme querer, abrazarla bien fuerte, muy fuerte.
Si no hubiera firmado ese préstamo en el 2006, aún viviría en Barcelona.
Habría podido comprarme aquella casa con él, aún estaría con Maiden a mi lado, y habría podido tener la vida que siempre había soñado.
En lugar de eso, estoy en Londres, en un piso compartido, que vale más caro que un estudio de alquiler en Barcelona.
Compartiendo con cinco personas.
Pagando por cada gota de oxígeno que respiro.
Y contando cada penique para llegar a final de mes.
Tengo 29 años.
Ésta no es la vida que yo quiero.
Ésta no es la vida que yo había soñado para mí.
Estoy cansada de luchar.
No es cuestión de valentía, no es cuestión de cobardía.
Estoy cansada.
Quisiera tener a mi lado, a alguien al que de verdad le importara.
Alguien que me abrazara, que me quisiera,y al que abrazar y querer.
Sin celos, sin inseguridades, sin reproches.
Un amor de verdad.
Alguien que no me amenazara con marcharse, alguien que no se asustará al saber que puedo estar embarazada, alguien que cuando lo esté no se asuste y quiera luchar, quiera luchar a mi lado, quiera estar a mi lado.
Pero en lugar de eso..todo el mundo sabe lo que tengo en lugar de eso.
Una mariposa en un bote.