martes, 2 de diciembre de 2014

Diciembre

Quedan escasos 29 días para terminar éste año, el año 2014.

Diría que el tiempo vuela, pero eso sería un mero eufemismo, una repetición... y no sería cierto, porque ha habido días que han parecido años mientras que otros, otros fueron segundos.

Hay quién ansía que siempre sea Diciembre.

Las falsas llamadas, los falsos mensajes, las falsas tarjetas de felicitación, comer hasta reventar, gastar lo que no tienes... para que luego llegue la crisis económica y emocional de Enero.

La gente llama a personas que no ve desde el año pasado, hace cenas y queda a tomar copas con los compañeros de clase o del trabajo... pero, ¿no da la sensación de que Diciembre es un poco hipócrita?

¿Para qué quedar con ese compañero de clase al que no soportas? ¿o con aquel pesado de tu trabajo, a que  a duras penas soportas cada día en los eternos viajes en el ascensor?

No es necesario.

Al contrario, creo, que éstas fechas están cargadas de una hipocresía y una falsedad sublimes.

Fechas en las que las personas se esfuerzan en aparentar que son mejores.

Sí.

Porque quizás les gustaría ser ese ser angelical que ansían proyectar, pero por dentro, son seres miserables.

Seres miserables, pequeños, con miserables vidas.

Y lo que es peor, que hacen sentir miserables a todos los que les rodean en algún punto.

Así que por mi parte, por lo que a mi respecta, seguiré como el resto del año.

Siendo yo.

No sé si es bueno o es malo, pero una cosa es cierta, no es falso.

Además, luego llega Enero, y ese si que es mi mes favorito del año.