lunes, 7 de marzo de 2011

Un castillo de naipes..


Todo se da por hecho.
Todo lo que tocas, está ahí.
Todo lo que sientes, está cerca, ahí en la palma de tu mano.
Todo lo que oyes, es cierto, es real.
Y llega el día en que nada se da por hecho, ya no tocas nada, ya no sientes nada y oyes aún menos.
Cuando ese día llega, es cuando te das cuenta de que la vida es como un castillo de naipes.
Ayer lo diste todo, bailabas junto a otra alma y hoy...hoy estás vacía y sólo bailas un tango en soledad.
Es cuando recuerdas las tardes del cine, las cenas entre risas y los interminables abrazos.
También te das cuenta que esas noches compartidas, esas risas a medias, esos abrazos y esos besos, puede que jamás regresen.
Es cuando lo poco que te queda dentro, se fractura en mil pedazos y duele, duele cada centímetro, cada segundo que has sentido.
Esas lágrimas, son inconsolables, porque nadie las entiende.
No queda otra que llorarlas en soledad y quizás intentar pensar que mañana todo dolerá un poco menos, aunque sigas ansiando un abrazo y una sonrisa.
Mi alma, mi corazón, mi vida...están rotas,quebradas y vacías.
Mi castillo de naipes, está tirado sobre una mesa y los corazones han desaparecido, se los han llevado todos.

'Me cuelgo de tu pelo, me gritas, te empujo, me abrazas, me junto...
como si se acabará hoy el mundo'

1 comentario:

  1. Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


    Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
    y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."


    El viento de la noche gira en el cielo y canta.


    Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
    Yo la quise, y a veces ella también me quiso.


    En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
    La besé tantas veces bajo el cielo infinito.


    Ella me quiso, a veces yo también la quería.
    Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.


    Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
    Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.


    Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
    Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.


    Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
    La noche esta estrellada y ella no está conmigo.


    Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
    Mi alma no se contenta con haberla perdido.


    Como para acercarla mi mirada la busca.
    Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.


    La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
    Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.


    Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
    Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.


    De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
    Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.


    Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
    Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.


    Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
    mi alma no se contenta con haberla perdido.


    Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
    y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.



    (Pablo Neruda)

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