martes, 23 de julio de 2013

Problemas...y otros desvarios

Una vez al mes me convierto en un saco de llanto, de nervios, de migrañas, de angustias, de miedos...como odio las hormonas.

Lo que ocurre es que hay meses, que además parece que todo ello encuentra una base más o menos estable sobre la que sustentarse y que hace desequilibrar un poco, un poquito, mi punto de mira, hasta el punto de sentirme un poco mareada.

Hoy comencé la lectura de un libro (que me he descargado online y sin pagar un duro...soy una pirata, sí y que..entre otras muchas virtudes) que se llama: 'mujeres que aman demasiado'.

No llevaba doce páginas leídas cuando ya lloraba a moco tendido.

Soy la típica mujer (o quizás no tan típica) que es una romántica empedernida...sólo que con el corazón algo congelado después de tanto fracaso y tanto chasco...de hecho se ha roto tantas veces, que aún hoy, me pregunto como es posible que pueda seguir latiendo a un ritmo más o menos acompasado (sistole, diástole, sístole, diástole) y que no haya caído ya, en una fibrilación auricular (que es lo que le correspondería dadas las circunstancias normalmente).

Aún así, y sin irme demasiado por las ramas, aún creo (y confío) en que un día aparecerá lo que se suele llamar un alma gemela (en alguna parte has de estar...)  y digo aparecer, que no buscar, hace tiempo que aprendí que buscar es malo, que las cosas ocurren y las personas aparecen y desaparecen del camino que es tu vida, sin que tu puedas hacer nada al respecto...así que ¿para qué buscar?

El caso es que en este libro, lo que me ha provocado la llantina no es que acabe siempre con hombres y relaciones imposibles (que suelo hacerlo) sino que todo ello es fruto de la relación disfuncional que he experimentado desde hace años en la relación con mis padres.

De hecho, hasta el que yo sea enfermera, parece ser que es fruto de ésta misma relación.

Es frustrante ver, hasta qué punto, dos personas que jamás te han tenido demasiado en cuenta, más allá de sus propias discusiones en las que casi siempre acababas siendo tu la culpable sin comerlo ni beberlo, que te han culpabilizado muchas veces hasta por el mero hecho de existir...consiguen convertirte en una mujer con tendencia  a relaciones disfuncionales.

Como si haber tenido que emigrar por su culpa hubiera sido poco.

Encima me empujan a una desdichada vida amorosa.

Según éste libro de auto-ayuda (terapia o como queráis llamarlo) parece ser que el hecho de la frustración no funcional con los padres provoca que vayas por ahí regalando tu amor a cualquiera y que te creas que has de cuidar e ir solucionándole los problemas a la gente.

Porque eso te reconforta y te hace sentir mejor como persona, y más llena y más valorada.

Lo más jodido del asunto, es que es cierto.

Quiero decir, en mi caso, la falta de cariño, la soledad que siento (en respecto a la relación con mis padres) es inmensa, es que no se puede describir con palabras, es algo que (aunque no tiene arreglo) me provoca un nudo en el estómago de esos que te impiden tragar, y que me impulsa a cometer locuras y estupideces a partes iguales.

Nunca he conocido una relación, más allá de la que tenían mis padres, que por supuesto era disfuncional, plagada de celos, gritos, mal entendidos, reproches, infidelidades, drogas...

Dicho esto, a mi siempre me invade la misma sensación, para qué voy a darme a conocer a nadie, si al final, va a marcharse, va a dejarme.

Es una idea que no parece que funcione demasiado con mi idea del amor romántico ¿verdad?

Hace mucho tiempo (como unos diez o doce años) construí una coraza a mi alrededor, casi nunca le confieso como realmente me siento a nadie, porque a nadie parece importarle (o no les importa o simplemente se han cansado de intentar conocerme y que confíe en ellos), sin embargo creo que soy bastante buena escuchando los problemas de los demás y ayudando...siempre se me ha dado bastante bien escuchar.

Así que cuando algún hombre me dice, que quisiera saber más de mí, que quiere que le explique mis cosas, mis pensamientos, siempre digo lo mismo: ' soy muy mala describiéndome a mí misma, posiblemente te aburriría mi vida. Si quieres saber algo, lo mejor es que preguntes'.

Me sale solo, casi de carrerilla, siempre uso la misma coletilla, independientemente de quién me pregunte, no me molesto en cambiarla ni un milímetro.

Así es como todas mis relaciones acaban igual, con alguien cansado de ir detrás de mí, con alguien cansado de preguntarme, con alguien cansado de ver que el interés no es recíproco, aunque en muchas ocasiones esto no es cierto, existe ese interés, pero se eclipsa con la pregunta ¿para qué? ¿para qué voy a invertir tiempo, si vas a terminar marchándote?

Además el libro dice, que las mujeres que amamos demasiado tenemos una tasa de ser adictas a algo en nuestra vida, muy alta.
La mayoría, somos adictas a los dulces.

Ok, gracias querido libro.
Por convertir mi vida en un guión de película y al parecer en un patrón bastante común en los vástagos de familias desestructuradas.

Y yo, de mientras, continuo con mi particular guión de película, sola, hambrienta de cariño..pero desde hace ya algún tiempo, con el suficiente amor propio como para no buscar ese cariño en cualquiera.

Lo que no sé es si acabar el libro...o no.

Quizás deba escribir el mío propio.



2 comentarios:

  1. "Sólo cuando encuentres la paz en tu interior, podrás encontrar la paz en el exterior".
    Tus entradas de blog me hacen gracia (no me malinterpretes), me río porque las entiendo (vemos las cosas desde el mismo prisma).
    Eres un cúmulo de insatisfacciones, como unos cuantos que somos ya (no, no estás sola en este sin vivir).

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    1. Pues ya me siento menos sola, gracias Kike, está bien de vez en cuando no ser la oveja negra, aunque sólo sea los segundos que tardé en leer tu comentario.
      Un beso xx

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