jueves, 5 de abril de 2012

Creí tener un millón de amigos...


Creo que había una canción que decía: 'yo quiero tener un millón de amigos..' aunque sinceramente prefiero una cita que dice: 'los amigos son como los melones, has de probar 100 para encontrar uno bueno'.

Qué gran verdad.

También leí una vez una cita, ponía que de John Lennon, aunque sinceramente no me fío demasiado, en la que se se podía leer:'Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja,y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos a la otra mitad.No nos contaron que ya nacemos enteros,que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta'.

Abrumante verdad ¿no es cierto?

No hace demasiado...quizás sea mejor comenzar por el principio, como todas las grandes historias ¿no?
Nunca he sido una persona sociable, aunque ahora me encuentro rodeada de personas, en realidad me siento como en una sala llena de ruido, pero ruido que no va conmigo, como si estuviera en mi silla, y fuera una simple observadora de mi alrededor, y en ese entorno, tristemente o no, siempre ha habido más hipocresía que amistad.
Aparte de no ser de hacer muchos amigos,en el cole era lo que comúnmente se conoce como el 'machirulo' de la clase, jugaba al fútbol, me pegaba con los niños y me interesaba más el fútbol y los coches que las barbies y las cocinitas (aunque también tenía y las hacía, cocinitas no las barbies).
Obviamente no tenía amigas, pero sí amigos.
Cuando crecí, vi como mis amigos veían en las 'repipis' a chicas guapas y en mí al colega de barrio o la 'machirulo' inadaptada, no me extrañaría que pensarán que era lesbiana (me habría dado igual)
Y aquí dejé de tener amigos (tampoco tenía amigas)
En un lapso de un par de años, pasé de ser el patito feo al cisne (curiosa comparación, un cisne con tacones y corset) y así desperté el odio de ellas y la no amistad en ellos (todos conocemos al típico tío que va de colega tuyo y lo único que quiere es llevarte al huerto).
Tristemente, de nuevo, de estos últimos 'colegas' he tenido que aguantar muchos.
También creí, no hace demasiado, tener una buena amiga, en la que confiar las cosas.
Cuando discutimos, como en todas las relaciones, lo pasé mal.
Lloré, pataleé, hasta pedí disculpas...
Hasta que vi que sólo yo lo pasaba mal y ella se dedicaba a reír y a abrazar a los que antaño tanto había criticado, lo que hoy me hizo pensar, en qué es eso que la gente llama verdadera amistad.
Comienzo a dudar que exista.
En toda mi vida, he conocido sólo a dos personas que jamás me la han jugado y jamás me han fallado y...veintisiete años ya no son los dieciocho de un blog adolescente.
Ahora me pregunto ¿vale la pena molestarse en invertir tiempo en nuevas amistades? ¿de verdad?
Lo cierto, es que los palos comienzan a pesar en mi espalda, y bien os digo que no cargo dos ni tres...y que no quiero más.

1 comentario:

  1. Yo reconozco que nunca he tenido dificultad para hacer amigos... o eso pensaba hasta hace dos años aproximadamente, que me han empezado a llover puñaladas por las que yo consideraba de confianza, o simplemente la gente ha desaparecido como tragada por la tierra cuando se echan pareja.
    En fin, la soledad es muy puta. Aunque nos creamos muy fuertes, siempre hay días de flojera y extrañeza. Como dices tú, días que miras a tu alrededor... y te parecen todos actores baratos, no personas reales.

    Qué te voy a contar, cuando se me ha considerado una friki tanto tiempo y por tanta gente. He aprendido a vivir a mi manera, a ser feliz como soy... y a necesitar a la gente lo menos posible y a disfrutarla mientras la tengo. El día de mañana no sé si sseguirán a mi lado, porque ya he aprendido también a recelar.
    Pero hay gente ahí fuera que merece la pena. Lo creo sinceramente. Un abrazo y no dejes de intentarlo.

    ResponderEliminar