
'Ahora sé que nuestro mundo no es nunca más permanente que una ola que se eleva sobre el océano. Cualesquiera que sean nuestras luchas y nuestras victorias, comoquiera que las padezcamos, enseguida desaparecen en la corriente, como la tinta acuosa sobre el papel'
Con esta frase termina el libro y creo, que podría resumir cualquier momento, situación o vida, se puede extrapolar a cualquiera.
Todos nuestros 'grandes' problemas, no son más que una mota de arena en el mundo y entonces, es cuando yo me pregunto, ¿vale realmente la pena preocuparse por algo que nos haga sufrir?
Para mí, la respuesta está clara.
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