Como una puñalada.
A traición.
De repente ya no oigo nada más.
Ya no sé sí te quiero.
No puedo seguir con esto.
No puedo dormir.
Y... Ahí me quedo.
Sola.
Llorando.
Sola.
En una ciudad de 14 millones de habitantes.
Llorando.
Y con mi corazón, devuelto, en una servilleta sucia, hecho pedazos.
No hay fórmulas mágicas para recomponerse, o eso dicen.
No saben sí te quieren o no.
Y ahí te quedas.
Y cuanto más tiempo pasa, más trofeo te sientes.
Trofeo que enseñar a familia y amigos.
Para qué todos vean que te has recuperado porque tu novia te dejo.
Y como la nueva no te importa un pimiento, no te será complicado, destrozarle la vida a ella.
A fin de cuentas a ti te lo hicieron primero.
Pongamos el salva pantallas.
Que se crea lo increíble que eres.
Y cuando crea que lo tiene todo, comienza a volverla loca.
Pon malas caras.
Háblale mal.
Y recuérdale que podría ser peor,porque podrías desaparecer sin más.
Que aunque ahora la parezca que estas actuando mal, siempre podría ser peor.
Y después de todo,me dicen que no me sienta culpable de lo sucedido.
Culpable no es la palabra.
Lo que me siento es gilipollas.
Por querer creer que eran alucinaciones mías.
Ningunearme a mi misma y a mis emociones.
Porque ahora lo estoy padeciendo.
Ya no se sí soy yo.
Que soy preciosa por dentro decía.
Por eso debía ser necesario destruirme.
Mi niña interior se está muriendo.
He perdido la esperanza, la razón y el norte.
Me acuesto cada noche preguntándome que hay de malo en mi.
Que he hecho mal para padecer lo que padezco.
Con trece años el chico de clase que me gustaba me pegó una paliza, una muestra actual de lo que sufrí es mi mandíbula luxada que me impide abrir la boca a veces ni para q entre un dedo.
Mis padres me engañaron.
Mi hermano murió.
Mi hermano no me habla por no pagarle un tatuaje.
Mi hermana, ni siquiera se que tipo de relación existe.
Vividores, maltratadores, mentirosos, gente que te utiliza...
Que es doloroso que le deje su pareja después de once años.
Seguramente sí.
Pero mi prometido se largó de Inglaterra dejándome sin un duro, después de amenazarme y yo no he utilizado a nadie para curarme.
Nadie ha pagado jamás todas las mierdas que pasan o han pasado en mi vida.
Y estoy harta de ser el saco de golpes de gente que no me quiere, no me valora y no me respeta.
He perdido la esperanza.
Quizás la razón.
Pero a pesar de sentirme sola, no quiero, no pienso dejar que nadie más se me acerque.
Pataleta de niña pequeña dice su amigo.
De pataleta nada, estoy cansada de que me golpeen, me utilicen y me hagan daño.
Porque para dañar a alguien, no has de levantar la mano, no ha de ser físico, basta con hacerlo psicológicamente.
Y aquí acaba, con el, la historia de chica conoce a chico.
Chica ya está cansada.
Y se va a dedicar a ella.
A crecer.
Y a quererse, como jamás nadie lo ha hecho.
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