jueves, 27 de marzo de 2014

Las malas costumbres

Este post viene al hilo de una entrada en un blog que he leído hoy, y me ha hecho pensar.



La mayoría de nosotros nos creemos que somos eternos.
Que somos inmortales.
Y que las cosas desagradables y las desgracias, sólo le pasan al de al lado.
Vivimos inmersos en la ignorancia, al creernos todo eso, nos volvemos débiles, no apreciamos las pequeñas cosas del día a día y por ende, nos volvemos cobardes.

Y cuando la vida nos da un revés, pone nuestro pequeño microcosmos patas arriba.

Y es que...

Tenemos la costumbre de dejar las cosas para después, de no reír hoy, de dejarlo todo para mañana,y mañana nunca llega.

Tenemos la costumbre de decir ya nos veremos, ya te llamaré, ya quedaremos..y jamás vuelves a verte, el teléfono no suena y nunca vuelves a quedar.

Tenemos la mala costumbre de echar de menos a quién nos echa de más.

Tenemos la mala costumbre de cuidar al malo y descuidar a las buenas personas.

Tenemos la mala costumbre de enamorarnos del malo y quejarnos luego, con el bueno, de lo malo que ha sido lo que nos ha pasado.

Tenemos la mala costumbre de darnos cuenta de lo que queremos a alguien cuando ya no está.

De llorar ante su foto en lugar de reír con él o ella, cuando aún viven.

Tenemos la mala costumbre de regalar más flores a los muertos que a los vivos.

Tenemos la mala costumbre de pedir demasiado perdón y de hacerlo demasiado pronto. Hasta que llega un punto, en el que ese lo siento carece de valor, porque se ha desgastado de tanto pronunciarlo.

Tenemos la mala costumbre de valorar a las personas cuando ya no están a nuestro lado, cuando las hemos echado, y las hemos obligado a que dejen de querernos, a que nos dejen solos. Y luego nos lamentamos.

Tenemos la mala costumbre de creernos las películas de Disney, las comedias románticas y las películas porno.

Tenemos la mala costumbre de acostumbrarnos a las cosas, a los lugares, a las situaciones y a las personas.

Tenemos la mala costumbre de pensar que mañana todo seguirá como hoy. Nadie piensa en que mañana es posible que no te levantes.

Y es que..

Estamos muertos en vida.

Y más te vale que lo vayas aceptando.

Estás muerto.

¿Tú?

Sí.

¿Yo?

También.

No puedes permitirte ir a la cama un día sin haber reído.

No puedes permitirte ir a la cama sin haberle dicho a las personas que quieres cuanto les quieres.

Si echas de menos a alguien, díselo.

Si quieres a alguien, díselo.

Regala flores en vida, los muertos ya no pueden agradecértelas.

Aprende a decir no, y siéntete bien diciendo NO. Recréate en el sabor de la palabra, no tienes que sentirte mal por decir no a lo que no te apetece.
Ni sentirte mejor por decir que sí a todo.

Ríe.

Llora.

Ama.

No tengas miedo a enamorarte, a abrirte, a conocer a alguien. No te pongas barreras. Habrán pasado mil idiotas por tu vida, que no te habrán sabido valorar, o peor aún, no se valoraban a sí mismos (así que es imposible que lo hicieran contigo), da igual.

El mundo está ahí afuera y es tuyo, es mío, es nuestro.

Vive.

Disfruta.

Sonríe.

Sal.

Conoce gente.

Viaja.

Abre tu mente.

Persigue tus sueños, el límite es el cielo.

Alcanza tus metas.

Vive de los ahora, no de los luego.

Deja de imaginar una vida perfecta en el futuro, y disfruta de la que tienes ahora, del ahora, del hoy, de este instante. Es lo único que te pertenece. Tu vida ya es perfecta.

Estás vivo.

Sé feliz.

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