domingo, 10 de agosto de 2014

Aislarse, recuperarse, aprender y perdonar.

Lo cierto es que en las últimas semanas y en los últimos meses no me gustaba nada los efectos que estaba provocando el alcohol en mi.
Las resacas cada vez eran peores, con más dolores de cabeza e incluso, en ocasiones, con vacíos en la noche habiendo apenas bebido un par de cervezas (cabe destacar que aquí las cervezas son de medio litro).
Así que, desde hace un par de semanas, he dejado la única droga que consumos de modo esporadico, el alcohol.
Y me encuentro mucho mejor, para ser honesta.
También es cierto que no disfruto de demasiada vida nocturna y que hago más bien una vida diurna, así que no me he visto aún, tentada por un entorno de gente etílica, pero por el momento, me está gustando no beber alcohol, me siento mejor.
Por otra parte, además del alcohol, he cambiado algunos hábitos básicos, como el champú del pelo, ahora uso uno ecológico con olor a naranja, que no lleva productos químicos, no como los comerciales que hasta ahora usaba, y aunque al principio me dejaba el pelo un poco seco y enmarañado, lo cierto es que cada vez que me lavo el pelo, lo noto más suave y a la vez más fuerte y nutrido, como hacia años que no lo sentía y la verdad, es que estoy muy contenta.
Otro cambio, es que llevo unas cuantas semanas forzando la maquinaria a tope con el trabajo por lo del comienzo de la universidad y tal, y me han dado algunas crisis de ansiedad, no sólo por hacer tantas horas de trabajo, sino porque en los últimos meses he tragado mucha mierda, así que he decidido hacer momentos sólo para mi, además de comenzar a tomar algunas pastillas de herbolario con valeriana, que de momento están funcionando.
Entre los cambios de 'momentos sólo para mi' está el apagar la aplicación del Facebook durante la mayor parte del día, así no sólo no me consume batería el móvil, sino que además modero cuanto uso la aplicación.
Estoy, además, aprendiendo a decir no, a enfadarme menos y a respetarme y quererme más a mi misma, que creo que me iba haciendo falta.
Me premio con cosas que hacia meses que quería, me maquillo, me pongo perfume, me pinto(o garabateo) las uñas y sonrio más.
La verdad es que lo estoy intentando.
Estoy intentando salir del agujero y del hoyo en el que estaba y he estado metida estos últimos meses.
Y por primera vez en mucho,no, muchísimo tiempo, me encuentro dedicándome tiempo para mi y para mis amigos, pero para los de verdad, los cercanos.
He aprendido, también, en estos meses a reconocer a la gente que se acerca por interés, porque quiere algo y la que de verdad lo hace por que le importas, y son estos últimos los únicos que me preocupan en estos momentos.
En líneas generales, aunque sigo nerviosa ante un futuro un poco pillado con pinzas, estoy empezando a levantar cabeza y a sentirme feliz, a cuidar y a pensar en mi.
Y aunque está siendo duro y complicado, confio en que me ayude a convertirme en la clase de mujer que siempre he querido ser, una mujer luchadora y valiente, que sale y consigue lo que quiere a base de lucha, perseverancia y esfuerzo; pero, además, una mujer buena, sensible y cariñosa.
Y es que, estoy aprendiendo, que aunque los palos sean duros, a veces son necesarios para ayudarte a llegar a lo que debes y quieres llegar a ser.
Y que aunque todo el mundo con su paso por tu vida deje una marca, sólo has de dejar que las marcas de la gente buena hagan mella e intentar sanar las marcas de los adultos, que siendo niños, llegan y destrozan (o lo intentan) la persona que quieres ser y manejan y rompen sueños e ilusiones, pues a fin de cuentas, tan sólo son niños, perdidos y vacíos, que no son conscientes del daño que causan a su paso.
Por eso creo que para recuperarse, es necesario aislarse, recuperarse y perdonar.
Yo, de momento, me estoy aislando y rodeando de mi gente, de la gente a la que le importo y no sólo lo intento, sino que me estoy recuperando.
Con mi esfuerzo y con su ayuda.
Gracias.

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