jueves, 20 de septiembre de 2012

Agosto del 2011

Dónde diablos estés.
 Por fin me atreví a resumir aquellos meses.
 Cuando queríamos romper ventanas...y lo hacíamos.
Dónde diablos estés.
 Si lo escuchas.
No te lo tomes a mal.
Todo está pasado por el filtro del tiempo y de mi  imaginación tramposa.
Si te preguntas ¿se ha atrevido a hablar de ella y de mí? observa la cifra y considerate contestado.
Agosto del 2011.
No incluyo nombres en ningún caso.
Únicamente si algún día me lees, lo sabrás tú, que en cierta manera, es lo que pretendía.
Una broma desde la distancia.
Agosto del 2011.
El mes que para mí fue el fin del mundo.
De mi mundo.
En cierta manera, sí, el fin de ti y de mi.
Algo definible como un pequeño mundo infranqueable para el resto.
Y como extrañas plantas crecíamos cuando menos luz y agua teníamos a nuestro alrededor.
¿Cómo podíamos pretender gustar al resto?
Nos conocimos sin raíces, andamos un tiempo juntos, sin raíces...en algunos momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigo en el otro.
Pero, de cualquier manera, ya era demasiado tarde para nosotros.
¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles?
Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir.
Hoy me iré tarde a dormir.
Te informo.
Me imagino que mañana te levantarás temprano.

martes, 18 de septiembre de 2012

La torpe y estúpida selección natural.

Hace tiempo que vengo pensando esto.
Se supone que en un mundo con equis tropecientos millones de personas, ha de haber alguien afín a ti, por pura estadística.
Si lo miras desde el punto de vista romántico, existe tu media naranja.
Si lo miras desde el punto de vista de la psique, entonces tienes una o varias almas gemelas.
Desde el punto de vista químico, despides feromonas que son atractivas a equis personas del género opuesto o del mismo ( a veces la cosa no está ni para elegir).

Pues bien, con veintisiete años y muchos desengaños a mis espaldas puedo confirmar que:

-Por pura estadística mi persona afín también pudo morir en un accidente de tráfico, morirse o simplemente ser gay.

-Desde el punto de vista romántico, con mi media naranja o limón (que también podría ser un borde de cuidado) alguien se hizo un zumo y paso un invierno sin un solo constipado.

-Desde el punto de vista de la psique, posiblemente mi alma gemela me juro odio y rencor eterno y se me reconoce en ésta vida, lo más seguro es que huya despavorida como alma que lleva el diablo.

-Desde el punto de vista de las feromonas, no diré que huelo mal, porque soy adicta a los perfumes (y no a los baratos precisamente) pero creo que las feromonas que desprendo solo atraen a chalados, capullos...y un largo etcétera de hombres que estoy segura que mi madre jamás contemplaría como yerno.

Al principio, creía que la mirada exhaustiva de mi abuela que para mi todo lo sabe, sería una buena criba, pero por sus ojos pasaron tíos que me engañaron, me chulearon o incluso me insultaron, y ¡joder! jamás detectó ni uno...mecachis.

Así que decidida a cambiar, la penúltima vez, me apunté a Badoo.

¡¡jajajajajaja!! perdonar que me ría, ahora sigo.

Ya.

Bueno ahí conocí de todo, desde un canadiense, que me llevó a la montaña a ver las estrellas y dónde realmente acabé durmiendo fue en una cueva de cabras, en la que ni estrellas ni nada ( ni siquiera de las románticas) y que además a la mañana siguiente resultó estar al borde de un precipicio por el que estuve a punto de caerme más de una y dos veces ( ya sé que algunos estaréis pensando..¿porqué mierda no se cayó? lo siento...sobreviví) y con el que además no escarmentada quedé una segunda vez, y resultó empapelar su habitación con folios por filas de colores...un cristo.
También conocí a un ruso, no sabría como calificarle.
A un tío con los pelos de la nariz más largos...vaya, que jamás he vuelto a ver otros iguales.
Y un largo etcétera, que en fin, sólo podrían salir de internet (aunque en la vida real también existen).

Para aclarar ideas y pensamientos, me fui de Interrail y tras recorrer media Europa (qué guapos son los húngaros) decidí pasar de los tíos.
Pero, curiosamente, hablaba con uno que había conocido en Meetic, un virtuoso del violín, médico, abogado, piloto y...seguro que no soy capaz de recordar la de cosas que era, el caso es que aprovechando que no quedaban buses cuando regresé, dije, ¿por qué no? ¿oye me acercas a casa?
Y tanto que me acercó, se presentó bien arreglado y yo ... que los vagabundos olían mejor que yo ¿qué esperaba tras 20 días trotando por Europa con una mochila? ¿A la Barbie?

El caso es que aún quiso entrar en casa...y cuando le negué la entrada..¡¡se enfadó!! (díscúlpame si me lees, por querer asearme y dormir en mi cama).
Al final, me supo mal y dije venga, quedemos a ver una peli...en mi idioma, quedar a ver una peli, significa eso, en el suyo significó convertirse en el doctor octopus y ¿de dónde narices sacaba tantos brazos y sobre todo, tantas manos?

Así que le eché de casa y me mando un LARGO email para llamarme estrecha...gracias de nuevo.

También conocí a otro, que presumía de gustarle el rollo bdsm ( y realmente le gustaba) lo que creo es que le faltaba un corset en su colección y yo caí tan ciega y rendida en sus brazos que lejos de ver por dónde avanzaba ( un fangoso pantano) me tiré sin chalecos salvavidas...y encima me llamaron problema.

Luego, apareció él...el príncipe azul, el eterno amor...el te seguiré allí donde vayas, y como una es una romántica empedernida, que se lo cree todo, se cambió de país y el vino y como vino se fue.

Ahora bien, ya pasado el tiempo y siendo capaz de reírme de éstas y algunas otras tonterías cometidas por mí y otras hacia mí, he cambiado el chip.

Y sí, ahora el cielo se abre como en una peli de los Monthy Python (aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaleluyaaaaaaaa aleluyaaaaaaa corean los ángeles celestiales o más bien de la película) y:

No busco nada.

Lo siento mamá, no sé si llegarás a verme vestida de blanco, con cuatro adorables niños que te llamen abuela.

Lo siento por mis hermanos, pero bueno, ya tenemos dos sobrinos, así que no perdéis tanto (guiño guiño).

Y tras tanto patear por terrenos fangosos, pantanosos, y besar más de una y dos y tres y cuatro ranas, algún sapo, algún gusano, alguna cucaracha...he decidido que como dice mi hermanito...pasa la cabra.

Lo siento por los que seguíais mis historias y os comprobáis palomitas.

Ahora si alguien me busca, solo diré una cosa, soy emocionalmente inestable ( hay días que quiero llorar y a los cinco minutos reír como una loca), tengo un carácter y un temperamento fuerte ( en mi tierra se le dice un par de narices, pero hay quién sigue prefiriendo a las modositas que se callan) y lucho por lo que quiero y creo que es mejor para mí.
Si la pregunta fuera ¿qué ofreces?
Mi respuesta sería, un mundo diferente.


martes, 4 de septiembre de 2012

Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes..

Cuando él llegó a casa, el otro día, agotado del trabajo, antes de sentarse a cenar, tomó su mano y dijo, tengo algo que decirte..
Ella se sentó y comió callada, triste.
La observó y vio el dolor en sus ojos y sus lágrimas.
De pronto, no sabía como abrir la boca, pero tenía que decirle lo que estaba pensando: ' quiero el divorcio'..
Ella no parecia estar disgustada con sus palabras y suavemente le preguntó ¿porqué?
Él no respondió, esa noche no hablaron más.
Ella solo lloraba.
Él sabía que ella quería saber que era lo que estaba ocurriendo, pero era un cobarde y no quería confesarla que había perdido su amor porque él, ahora amaba a otra mujer...no sabía como decírselo.
Él ya no amaba a su mujer, ahora sólo le daba lástima.
Con un gran sentido de culpabilidad, él escribió un acuerdo de divorcio, en el que la dejaba la mitad de las posesiones, una pensión para el niño y el coche.
Ella lo leyó y lo rompió en mil pedazos, llorando.
Habían pasado 10 años juntos y de pronto, eran como extraños.
No se conocían.
Él sentía lástima, por todo el tiempo perdido, las ganas y las ilusiones.
Pero ya no podía cambiar nada, él ahora amaba a otra mujer.
De pronto ella empezó a llorar y a gritar para desahogarse.
Esto solo hizo que él tuviera aún más clara la idea del divorcio.
Por esto, era por lo que no la quería.
Al día siguiente, él llegó a casa y no cenó,estaba muy cansado de pasar todo el día con la otra mujer.
Ella escribía en la mesa.
Él no se molestó en mirar qué escribía.
Él se despertó a media noche y vio que ella seguía escribiendo.
Cuando se levantó por la mañana, ella le presentó sus condiciones para el divorcio.
Tendría que actuar durante un mes como si nada hubiera pasado jamás entre ellos, como si todo estuviera bien y él jamás le hubiera planteado un acuerdo de divorcio, cada noche tendría que llevarla en brazos del comedor a la habitación, como el día en el que se casaron y sobre todo, no debería decirle nada a su hijo.
A él le pareció una tremenda broma y así se lo contó a la otra mujer, que histérica de lo absurdo que le parecía le animo a seguir las directrices de la aún, todavía, su mujer.
No tenían ningún tipo de contacto desde que él presentó la intención de divorciarse, así que el primer día ambos se sintieron mal con la situación.
Pero su hijo caminaba detrás aplaudiendo, loco de alegría, viendo como su padre cargaba en brazos a su madre.
Ella le susurró al oído que por favor no le dijera nada al niño sobre lo del divorcio..y aunque se sentía mal..así lo hizo.
El segundo día, ambos estaban más relajados, él había olvidado su perfume, y como le acariciaba el cuello...y lo ligera que era.
El tercer día el descubrió lo que estos diez años de convivencia han hecho en ella, se la veía agotada, cansada, con alguna cana, alguna arruga y sobre todo, muy muy delgada.
Ella empezó a arreglarse para que cada día su marido la llevara en brazos.
Pero los vestidos le estaban muy grandes, se había adelgazado mucho.
De pronto, él dejó de tener interés en ver a la otra mujer, porque recordaba lo que había sentido la primera vez que la había llevado en brazos, lo que sentía y lo que la amaba y nada de lo que había hecho tenía sentido.
Ver a su hijo emocionado, sentir el contacto con su mujer, su perfume..¿porqué había hecho lo que había hecho?
Así se lo dije a la otra mujer, y ella de un portazo y con lágrimas en los ojos, cerró su historia.
Él corrió a la floristería más cercana a por el ramo más grande de margaritas que hubiera en la tienda.
¡Amaba a su mujer!
Cuando llegó a casa, la encontró muerta en la cama.
Su mujer estaba pasando por los últimos coletazos de un cáncer terminal.
Él no sabía nada.
Por eso ella le había pedido un mes, no quería que su divorcio fuera algo traumático para su hijo.

'No sabemos lo que tenemos, ni lo valoramos hasta que lo perdemos'